Llevo ya meses dedicándome algo más en serio
a esto de escribir y aún me resulta curiosa una expresión que algunos dicen con demasiada frecuencia: “Le daré mi opinión sobre su…, sin ánimo de ofender”. Y por
cierto, no ofende quien quiere sino quien puede.
Es verdad que cualquier crítica
constructiva y que me haga mejorar la recibo como un verdadero regalo. Ahora
bien, me divierte cuando una persona se cree maestro de todo y alumno de nada y
te regala su supina sapiencia.
De esos, por desgracia, me he encontrado
ya a algunos. No soy el mejor escritor del mundo, ni tan siquiera alguien que
triunfa vendiendo libros en amazon. No, por suerte o por desgracia, soy alguien
que escribe aquello que desearía encontrar plasmado en un libro y que por el
momento no ha encontrado.
Hay días en los que esos comentarios te
divierten y otros, quizá como el de hoy, que molestan. Jamás utilizaría esa
prepotencia con la cual te hablan algunos para juzgar el trabajo de otra
persona. Mejor o peor, hay muchas horas invertidas en escritura, maquetación,
blogs, webs…
La envidia o quizá la ignorancia es el
timón que dirige la vida de demasiadas personas. Así que, por favor, os pido
que cada vez que me hagáis una crítica intentad que sea constructiva. Esas serán
siempre bienvenidas, pues nos hacen mejorar como personas y seguir creciendo
como escritores.
Y vosotros ¿qué pensáis? ¿Habéis sufrido
ya estas mal llamadas opiniones personales?
No hay comentarios:
Publicar un comentario