Hola de nuevo a todos. Tras unas
merecidas vacaciones navideñas, creo que lo primero que hay que hacer es
desearos un feliz año nuevo. Han sido cortas pero intensas. Ahora toca volver
al trabajo literario.
Por fortuna, he podido disfrutar unos
días alejado de la marabunta literaria en la que ando inmerso en la mayoría de
los días. Espero llegar a materializar los nuevos proyectos en los que ando
inmerso.
Si queréis leer la entrevista en
formato original, pulsad sobre la foto.
Para aquellos que no os llevéis
demasiado bien con las nuevas tecnologías, aquí os dejo la entrevista al modo
tradicional. Espero que disfrutéis con ella tanto como yo lo hice al
realizarla...
José Javier Granero Molina, (Úbeda,
1980). Desde pequeño, siempre ha estado apegado al mundo de las letras, primero
como lector y más tarde como escritor. Tras finalizar sus estudios de Magisterio
en la Escuela Universitaria de Magisterio de la Sagrada Familia en Úbeda en
2002, comienza su aventura en el mundo de la enseñanza.
Apasionado de las letras, tras haber
leído a todos los grandes maestros clásicos, se adentra en el mundo de la ciencia
ficción a través de la colección de libros de Julio Verne que tenía en casa su
padre. Con los años, sus pasos se irán encaminando hacia el género de ficción.
Tras escribir varios artículos
relacionados con el mundo de la educación y colaborar en alguna revista, decide
terminar un viejo proyecto casi olvidado. La novela, comenzada hace ya algunos
años, queda relegada a un segundo plano. Una vez decidido a terminarla y
publicarla, “La triste mirada del artista”, primera parte de la trilogía
titulada “El coleccionista de misterios”, inaugura su camino por la
difícil senda del mundo literario.
¿Cómo fueron tus inicios como
escritor?
Desde muy pequeño me recuerdan mis
hermanas con una libreta y un bolígrafo entre las manos. Y a pesar de ser así,
no ha sido hasta alcanzada cierta madurez cuando me he decidido a publicar mi
primera novela.
Los inicios, supongo que han sido
como los de todos: muy duros y complicados. Es un mundo en el que el
compañerismo brilla por su ausencia y en el que se hace lo que sea por vender
más ejemplares que otro. La verdad es que es algo que no entiendo y que no
llegaré a comprender jamás.
¿Te inspiró alguna persona o
situación particular?
Antes que escritor fui lector. Leo
desde muy pequeño y quizá eso fue lo que me llevo a escribir. Uno siempre
escribe aquella historia que le gustaría leer y que, por más que busca, no la
encuentra. Primero son historias cortas, cuentos y poco a poco vas construyendo
una historia que se alarga en el tiempo y las páginas en blanco de tu libreta.
¿A qué hora del día te surgen más
ideas para ponerte a escribir?
Para mi desgracia, tengo que
conformarme con hacerlo después del trabajo. Por ahora, escribir es más una
afición que una profesión. No obstante, si en el momento en el que surge una
idea no tengo un papel a mano, siempre uso las notas del móvil.
¿Existe un horario propicio
para ello o cualquier momento es ideal?
Cualquier momento es bueno para
hacerlo, aunque como ya he dicho, me tengo que conformar con hacerlo los fines
de semana o los ratos que tengo libres después del trabajo. No obstante, la
inspiración no siempre llega cuando uno quiere y hay ocasiones en las que surge
una idea y no se puede trabajar en ella.
¿En qué lugar de tu casa te gusta
escribir?
En la mesa del comedor. Es una
asignatura pendiente el llegar a tener un pequeño despacho en el que poder
escribir y no ser molestado. Un lugar en el que crear una atmósfera creativa
especial. Es un sueño, pero siempre he pensado que dejaremos de tener alma de
niños el día en el que dejemos de soñar.
¿Cómo está ambientado tu lugar de
trabajo?
No tengo nada especial. En la mesa,
cuando me pongo a escribir, tengo un pequeño flexo con bombilla de led, mi
ordenador portátil y unos caramelos. Tengo muchas manías, pero no en mi lugar
de trabajo. Y siempre de fondo pongo música o la televisión. En la mayoría de
las ocasiones ni la escucho, pero me gusta escribir envuelto en esa atmósfera.
Es un proyecto de juventud, pese a
que en un primer momento no era una trilogía. Iba a ser una historia en la que
se trenzarían hechos del siglo XVI con el presente. Uno, según dicen, escribe
de aquello que conoce y qué mejor que mi ciudad. Una ciudad patrimonio de la
humanidad en la que en cada rincón tiene una historia (real o inventada) que
poder ser relatada. Ahora, decidido el lugar, faltaba ver qué personajes
aparecerían en ella. Quizá fue lo más complicado, pues aunque no quise que
fuera autobiográfica, sí que aparecen algunos amigos en ella.
Pero, ¿y el pasado? Creo que fue lo
más sencillo. Llevo enamorado de la figura del inigualable Miguel Ángel desde
pequeño y con mi obra quise rendirle un merecido tributo. Para escribir su
historia tuve que leer todo lo que había en el mercado sobre este artista.
Pocos fueron los libros y obras que no leí, además de ver casi todos los
documentales que cayeron en mis manos. Así pude conformar la figura y vida de
este artista a través de sus obras.
¿Qué estás leyendo por estos días?
«El día que perdí mi sobra» de Aída del Pozo. Es una novela negra muy recomendable.
¿Qué autores autoeditados recomendarías
leer?
Hay bastantes que sorprenden por su
talento. Creo que todos y cada uno de los autores noveles del mercado merecen
ser leídos, así que recomiendo a que leamos más autores autoeditados. Y
aquellos libros que leamos y no nos gusten, intentemos ver qué cosas buenas
tienen. No hay libros malos, ya que de cada uno podemos extraer algo bueno.
¿Existe algún libro famoso que te hubiese gustado escribir?
Me gustaría escribir un gran libro algún día, creo que como a cualquier autor. No obstante, de aquellos que ya están escritos… quizá «La cena secreta» de Javier Sierra. Es mi autor favorito y tengo la gran suerte de haber podido asistir a varias presentaciones suyas y tener casi toda su obra dedicada.
Muchas gracias por
colaborar y permitirnos conocerte un poco más José Javier Granero.
Agradezco la deferencia.
ResponderEliminarSaludos
A ti por emplear tu tiempo en mi persona. Un saludo.
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